lunes, 17 de marzo de 2014

CUARESMA: camino hacia la celebración de la PASCUA

Domingo 1º

Oración colecta
Al celebrar un año más la santa Cuaresma
(el sacramentum Quadragesimale),
concédenos, Dios todopoderoso,
avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo
y vivirlo en su plenitud.

Según el texto original, la Cuaresma es sacramento, sacramento venerable, y es “Christi sacramentum” con toda la riqueza que encierra en la Liturgia el término “Sacramentum – Mysterium” todas las veces que lo encontramos.
En la oración colecta pedimos al Padre: “avanzar”, crecer, progresar “en el conocimiento del misterio de Cristo”, para participar, vivir de él. Una consciencia que nos lleve a realizar lo que significa “participar”, y participar plenamente /con todo mi ser/ y vivirlo en su plenitud (cf Col 2,9) La plenitud, el pleroma del misterio pascual de Xº que celebraremos de manera específica en la Pascua, hacia la cual caminamos decididos en esta Cuaresma.
¿Cómo vivir coherentemente este camino hacia la Pascua? Animada por la fe, la esperanza y la caridad, y alimentada en la mesa de la Eucaristía y del Pan de la Palabra (cf Oración después de la Comunión), que abundantemente nos brinda la Iglesia, sea en la Celebración eucarística como en la Liturgia de las horas. Es la Palabra que cada día sale de la boca de Dios Padre y que orienta el camino para que no ceda a la tentación de la idolatría de mis diosecillos y adore de veras, me postre con todo el ser ante el único Dios: “Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo servirás”
Después de recibir el pan del cielo que alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece la caridad (el amor), te rogamos, Dios nuestro, que nos hagas sentir hambre de Cristo, pan vivo y verdadero, y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca.

Oración después de la Comunión
Después de recibir el pan del cielo
que alimenta la fe,
consolida la esperanza y
 fortalece la caridad,
te rogamos, Dios nuestro,
que nos hagas sentir hambre de Cristo, pan vivo y verdadero,
y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca.

Importantes las dos peticiones. En la 1ª nos mostramos deseosos de aprender a sentir hambre del mismo Jesucristo.  
Y en la 2ª: vivir de toda Palabra que sale de tu boca’. Plenamente inspirada en la respuesta de Jesús al diablo, en la 1ª tentación.  
Recuerdo casi como comentario personal a estas dos peticiones cómo nuestra Venerable M. Escolástica Rivata en el año 1932 escribía a una hermana misionera en los USA y le recomendaba, recordando las palabras de Dios en Amós, s 8,11: «... he aquí que vienen días..., en que enviaré el hambre al país, no hambre de pan, sino de oír la palabra de Yahvé»,“¿Quién parte el pan de la Palabra a esas gentes hambrientas? Nos toca a nosotras”.  

 Domingo 2º

“No hay que oponer el monte Tabor a la montaña del Calvario. El misterio de la Transfiguración no es sólo anticipación de la mañana de Pascua, es igualmente la anticipación de la Belleza crucificada del Viernes Santo, esa cruz de Jesús que es la hora de su glorificación” (Misal de la asamblea dominical).





            Oigo en mi corazón: «Buscad mi Rostro».
            Tu rostro buscaré. Señor, no me escondas tu rostro.

Oración colecta
Señor, Padre santo,
tú que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto,
alimenta nuestra espíritu con tu palabra;
así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro”

Domingo de  contemplación del Rostro de Jesús: 
Contemplar el Rostro transfigurado,para tener la fe, el coraje, el amor para contemplar el Rostro desfigurado en la Pasión, "Belleza crucificada", y para llegar al fin, "con la mirada limpia" a contemplar, junto con  María M., en la mañana de Pascua, el Rostro resucitado.

Porque la pasión es el camino a la resurrección (prefacio). 

No hay comentarios: