CUARESMA: camino hacia la
celebración de la PASCUA
Domingo 1º
Oración colecta
Al celebrar un año más la santa
Cuaresma
(el sacramentum Quadragesimale),
concédenos, Dios todopoderoso,
avanzar en la inteligencia del
misterio de Cristo
y vivirlo en su plenitud.
Según el texto original, la Cuaresma es sacramento, sacramento venerable,
y es “Christi sacramentum” con toda la riqueza que encierra en la Liturgia
el término “Sacramentum – Mysterium” todas las veces que lo encontramos.
En la oración colecta pedimos al Padre: “avanzar”, crecer, progresar “en
el conocimiento del misterio de Cristo”, para participar, vivir de él. Una
consciencia que nos lleve a realizar lo que significa “participar”, y
participar plenamente /con todo mi ser/ y vivirlo en su plenitud (cf Col 2,9) La
plenitud, el pleroma del misterio pascual de Xº que celebraremos de manera
específica en la Pascua, hacia la cual caminamos decididos en esta Cuaresma.
¿Cómo vivir coherentemente este camino hacia la Pascua? Animada por la
fe, la esperanza y la caridad, y alimentada en la mesa de la Eucaristía y del
Pan de la Palabra (cf Oración después de la Comunión), que abundantemente nos
brinda la Iglesia, sea en la Celebración eucarística como en la Liturgia de las
horas. Es la Palabra que cada día sale de
la boca de Dios Padre y que orienta el camino para que no ceda a la
tentación de la idolatría de mis diosecillos y adore de veras, me postre con
todo el ser ante el único Dios: “Al Señor
tu Dios adorarás y a Él sólo servirás”
Después de recibir el pan del
cielo que alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece la caridad (el
amor), te rogamos, Dios nuestro, que nos hagas sentir hambre de Cristo, pan
vivo y verdadero, y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca.
Oración después de la Comunión
Después de recibir el pan del cielo
que alimenta la fe,
consolida la esperanza y
fortalece la caridad,
te rogamos, Dios nuestro,
que nos hagas sentir hambre de Cristo,
pan vivo y verdadero,
y nos enseñes a vivir
constantemente de toda palabra que sale de tu boca.
Importantes las dos peticiones. En la 1ª nos mostramos deseosos de aprender a sentir hambre del mismo Jesucristo.
Y en la 2ª: vivir de toda Palabra
que sale de tu boca’. Plenamente inspirada en la respuesta de Jesús al
diablo, en la 1ª tentación.
Recuerdo casi como comentario personal a estas dos peticiones cómo nuestra Venerable M. Escolástica Rivata en el año 1932 escribía a una hermana misionera en los USA y le recomendaba, recordando las palabras de Dios en Amós, s 8,11: «... he aquí que vienen días..., en que enviaré el hambre al país, no hambre de pan, sino de oír la palabra de Yahvé»,“¿Quién parte el pan de la Palabra a esas gentes hambrientas? Nos toca a nosotras”.
Recuerdo casi como comentario personal a estas dos peticiones cómo nuestra Venerable M. Escolástica Rivata en el año 1932 escribía a una hermana misionera en los USA y le recomendaba, recordando las palabras de Dios en Amós, s 8,11: «... he aquí que vienen días..., en que enviaré el hambre al país, no hambre de pan, sino de oír la palabra de Yahvé»,“¿Quién parte el pan de la Palabra a esas gentes hambrientas? Nos toca a nosotras”.
Domingo 2º
“No hay que oponer el monte Tabor
a la montaña del Calvario. El misterio de la Transfiguración no es sólo
anticipación de la mañana de Pascua, es igualmente la anticipación de la Belleza crucificada del Viernes Santo,
esa cruz de Jesús que es la hora de su glorificación” (Misal de la asamblea
dominical).
Oigo en mi corazón: «Buscad mi Rostro».
Tu
rostro buscaré. Señor, no me escondas tu rostro.
Oración colecta
Señor, Padre santo,
tú que nos has mandado escuchar
a tu Hijo, el predilecto,
alimenta nuestra espíritu con tu
palabra;
así, con mirada limpia,
contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro”
Domingo de contemplación del
Rostro de Jesús:
Contemplar el Rostro transfigurado,para tener la fe, el coraje, el amor para contemplar el Rostro desfigurado en la Pasión, "Belleza crucificada", y para llegar al fin, "con la mirada limpia" a contemplar, junto con María M., en la mañana de Pascua, el Rostro resucitado.
Contemplar el Rostro transfigurado,para tener la fe, el coraje, el amor para contemplar el Rostro desfigurado en la Pasión, "Belleza crucificada", y para llegar al fin, "con la mirada limpia" a contemplar, junto con María M., en la mañana de Pascua, el Rostro resucitado.
Porque la pasión es el camino a
la resurrección (prefacio).